Lascaux IV, el triunfo de la réplica

El año 2002, en el marco de la redacción del Plan de la Prehistoria del Oriente de Asturias y gracias al arqueólogo asturiano Sergio Ríos, tuve el privilegio de visitar la cueva de Llonín de la mano del Dr. Javier Fortea. Ese día viví una de mis más intensas experiencias patrimoniales. Recuerdo como el catedrático de la Universidad de Oviedo nos fue descubriendo con su puntero de luz las formas de animales que estaban grabados en la roca y que eran incomprensibles a primera vista. Pero sobre todo recuerdo de manera muy especial un pequeño dibujo que el Dr. Fortea me enseñó cuando ya había salido todo el equipo, casi a escondidas, como si estuviera compartiendo una confidencia conmigo. Se trataba de la silueta de un oso que estaba situada en un pequeño cubículo de la cueva, en la parte baja de la pared de roca, escondido bajo un pequeño saliente que lo ocultaba de la vista. El dibujo estaba hecho de un solo trazo, una sola línea negra con una gran potencia iconográfica, capaz de transmitir el movimiento, la fuerza, la plasticidad de un oso a la carrera. Pensé que la mano que había hecho ese dibujo poseía una destreza y una capacidad poco común incluso en nuestros días.

Salí de Llonín conmovido por lo que había visto y allí mismo, frente a la reja que protegía la entrada a la cueva, me enzarcé en una discusión con el Dr. Fortea sobre si la experiencia de visitar la réplica de una cueva era comparable a la de visitar una cueva original. Él opinaba que para la mayoría de la gente era lo mismo visitar una buena copia que la cueva original mientras que yo defendía que jamás la visita a una réplica podría sustituir la experiencia de visitar una cueva original. Después de visitar el pasado 10 de abril Lascaux IV, la nueva réplica de la famosa gruta francesa inaugurada el pasado mes de enero, tengo que darle la razón al profesor Fortea y reconocer que una buena réplica tiene también la capacidad de emocionar al visitante.

En Lascaux IV, la calidad de la réplica se une a la calidad de todo el equipamiento, una calidad que responde a una planificación ejemplar del proyecto en relación al proceso de consumo. Desde que se entra en el sitio web del Centro Internacional del Arte Parietal de Lascaux hasta que se sale por la puerta del centro después de la visita todo está pensado para que sea fácil informarse, tomar la decisión de la visita y vivir una experiencia memorable (aunque como me hizo ver Yrene Bueno, un pequeño cartel colgado con celo de manera improvisada en la salida advirtiendo que una vez rebasado ese punto no se podía volver a entrar al espacio expositivo, delataba que se habían olvidado de ese detalle final del proceso de consumo).

En gran medida esa experiencia memorable se debe a una eficaz estrategia interpretativa que organiza la visita a Lascaux IV en base al modelo clásico de las tres etapas: inmersión (paseo por la terraza mirador, el abrigo y el camino del descubrimiento), exploración (visita guiada por la réplica de la cueva) y síntesis (visita libre por el espacio multimedia e interactivo). La visita se hace en grupo y está secuenciada por lo que la entrada se compra para una hora determinada. Hasta la salida de la cueva la visita es guiada y a partir de ahí es libre.

Nuestra guía recibió al grupo en la zona de la recepción después de pasar el control de entrada que se hace escaneando un código QR, el mismo que un poco más tarde se utiliza para crear un perfil propio en la tablet que se facilita en la zona de ingreso y que se presenta como “compañera de visita”.

Los primeros minutos de la visita nuestra guía los dedicó a explicar los detalles logísticos del uso de la tablet, de la estructura del recorrido y a resolver las dudas que la gente le planteó respecto al uso del dispositivo electrónico, un dispositivo de diseño muy intuitivo y fácil manejo.

Pertrechados con nuestras tablets y auriculares (que son el único punto claramente negativo de la experiencia pues se utilizan unos auriculares con funda de espuma que hace contacto con la piel en lugar de unos auriculares especiales para audioguías que evitan ese contacto) entramos en un gran ascensor con paredes de cristal y ascendimos hasta la terraza, el belvedere del edificio, donde la guía nos señaló la ubicación de la Cueva de Lascaux original y nos habló de la Vallée de la Vézère como un lugar privilegiado para la vida humana durante el último periodo glaciar.

A continuación nos condujo  a través de unos pasadizos descubiertos donde nos explicó la historia del descubrimiento de la cueva protagonizado por un grupo de muchachos de Montignac. Este recorrido termina en una sala donde se proyecta un audiovisual que permite viajar en el tiempo desde el día del descubrimiento de la cueva hasta hace 17.000 años, preparando al grupo para el ingreso a la cueva. Como preparación para la fase de exploración, antes de entrar a la cueva, los planificadores de la experiencia tuvieron la acertada idea de crear una especie de “sala de descompresión” muy oscura y fría que tiene por objetivo acostumbrar nuestra visión a la penumbra y nuestro cuerpo a la temperatura de 16o que íbamos a experimentar en el interior de la cueva, la misma que tenía durante el último periodo glaciar, época en que fue decorada Lascaux.

La entrada a la cueva es muy espectacular pues a diferencia de otras réplicas, en Lascaux IV no se recrean solamente los paneles decorados sino que se ha realizado una réplica exacta de casi la totalidad de la cueva. La sensación que uno tiene es la de haber entrado en una cueva de verdad, sensación que se refuerza por la fría temperatura y la penumbra.

La guía nos acompañó durante todo el recorrido de la cueva explicando algunos aspectos como los tipos de representaciones, la identificación de los animales representados, las superposiciones de figuras, las técnicas utilizadas; haciendo que nuestra atención se fijara en detalles que pasarían fácilmente desapercibidos sin su intervención, especialmente para ver y percibir las formas de los grabados. Las explicaciones se acompañan de preguntas que invitan a reflexionar al mismo tiempo que transmiten las grandes dudas que todavía plantea la interpretación del arte paleolítico. Durante el paseo exterior y la visita guiada a la réplica, la tablet funciona como altavoz/receptor para poder escuchar cómodamente las explicaciones de la guía.

En el interior de la réplica no se pueden tomar fotografías. Esta fotografía está sacada del sitio web del Centro Internacional de Arte Parietal de Lascaux: http://media.lascaux.fr

A la salida de la cueva se ingresa en un espacio llamado “El taller de Lascaux” en el que se reproducen a escala 1:1 casi la totalidad de las representaciones de Lascaux ordenadas por paneles pero en este caso se trata de proyecciones y no de pinturas como en la cueva. Gracias al uso del vídeo mapping los dibujos estáticos se convierten en animaciones y los laberintos de líneas de los grabados se convierten en formas inteligibles. En este espacio la tableta se convierte en la principal compañera de visita pues gracias a ella los visitantes pueden escuchar en su idioma y en tiempo real los audios de las proyecciones, pueden orientarse en el espacio y pueden ver los contenidos en Realidad Aumentada de la maqueta de la cueva.

En Lascaux IV no escatiman esfuerzos para explicar por qué tuvo que cerrase la cueva en 1963. Santos M. Mateos, siempre atento a los aspectos relacionados con la difusión preventiva, hizo que fijara mi atención en un display que muestra cómo la mera presencia humana altera las condiciones climáticas del interior de una cueva mediante la proyección del mapa de calor de nuestro cuerpo con nuestra silueta en infrarrojos. El cambio del color de nuestra silueta muestra el calentamiento que provocamos con nuestro calor corporal indicando lo que sucede cuando entramos en las cavernas decoradas alterando sus frágiles condiciones de conservación.

La visita continua por una galería en la que se encuentran tres espacios expositivos en los que se hace un homenaje a la herencia de Lascaux, esto es, la capacidad humana para representar el mundo y la vida a través del teatro, del cine y del arte. El Teatro del Arte Parietal está dedicado a explicar la historia científica de Lascaux en tres escenografías. En el Cine se proyecta un audiovisual 3D dedicado a reflexionar sobre las dudas y preguntas que envuelven el misterioso significado del arte rupestre. Finalmente, la Galería del Imaginario es una sala equipada con 90 pantallas en las que se ofrece al visitante la posibilidad de explorar la relación del arte paleolítico con el contemporáneo.

Para completar el equipamiento el centro dispone de una tienda de recuerdos y de un servicio de cafetería y restaurante en el que se puede comer durante todo el horario de apertura, algo muy práctico si has empezado la visita a las 11.45 y la has terminado a las 15.30, que en Francia es una hora muy extravagante para el almuerzo. Un aspecto que llamó mi atención fue el diseño gráfico de todo el equipamiento, inspirado en los trazos del arte parietal pero absolutamente contemporáneo y claro.

En conclusión, lo mismo que Lascaux II en 1983 marcó un hito en la presentación de cuevas con arte rupestre y definió el modelo para lo que restaba de siglo XX y principios del XXI, Lascaux IV también está destinada a convertirse en un modelo de referencia en el que la tecnología juega un papel esencial. Como se explica en su sitio web, en Lascaux IV la tecnología se ha puesto al servicio de la mediación y yo no puedo estar más de acuerdo.

 

4 comentarios en “Lascaux IV, el triunfo de la réplica

  1. Buenos días, Manel. No se si te acordaras de aquel pesado que llevaste de Sto Adrian a Oviedo porque había perdido el autobús, pero ese pesado te da las gracias y te dice que fuiste un invitado tremendo, posiblemente uno de los que mas aprendí en mi vida laboral y de los que mas he disfrutado charlando. Un abrazo muy a destiempo.
    Yo la verdad, nunca fui muy de replicas, sobre todo en cuanto a arte rupestre se refiere, por cuanto un bisonte en una cueva solo tiene sentido si se analiza en su conjunto original, esto es, en la misma cueva; más aún después de lo que para mi fue una terrible decepción en Altamira, pero si tu dices que lo de Lascaux merece la pena y esta logrado, entonces, me has convencido lo suficiente como para darle una oportunidad. Muchas gracias y te seguiré con intereses.

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  2. Gracias, Manel.
    El despliegue de la tecnología, de la tecnología al servicio de unos buenos contenidos en Lascaux IV, me resulta asombroso. Sí que considero que llevar algo (aquí=ipad) en las manos durante la visita me suele resultar latoso pero, por lo leído en este caso, compensa con creces. Divertidas y curiosas me resultan las animaciones creadas con un videomapping.

    Y sí, el diseño gráfico: elegante, descriptivo y en la línea del enclave patrimonial.

    Gracias por este completísimo post.
    Un abrazo,
    Libe

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